Con gestos misioneros y oración festejarán primer año de beatificación de Madre Catalina


El Instituto de las Esclavas del Corazón de Jesús en Argentina invitó a la comunidad a realizar un camino de preparación con diversos gestos misioneros y de oración para celebrar el primer aniversario de la beatificación de su fundadora, la Madre Catalina.


El 25 de noviembre de 2017 la Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de la primera congregación femenina apostólica de Argentina dedicada a dignificar a niñas, jóvenes y mujeres del siglo XIX, fue beatificada en Córdoba por el entonces Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Cardenal Angelo Amato.

A través de una carta dirigida a la comunidad, la Superiora General del Instituto, Madre Inés de María Tessi, y la vice-postuladora de la causa, Hna. María Barrionuevo, pidieron que este tiempo sea aprovechado para “difundir su vida, su persona y encomendarnos a su intercesión”.

“La seguridad de la santidad de nuestra Madre tiene que darnos un impulso nuevo hacia la canonización, impulso renovado que nos lleve a seguir haciendo realidad (el lema) “Catalina es de todos”, expresaron las religiosas.

El objetivo es “salir de las paredes de nuestras obras” y llegar a los lugares donde no conocen a la Beata Madre Catalina para ser una “riqueza para la Iglesia de hoy, especialmente para la mujer”, agregaron.

El llamado es para que las comunidades realicen Adoración Eucarística, lleven una imagen de la beata a todos los lugares de misión, celebren Misa, usen los recursos audiovisuales disponibles como la serie web, entre otras acciones.

Además, las religiosas anunciaron la conformación de una comisión para comenzar el camino de preparación hacia la canonización de la Madre Catalina.

“Trabajemos por su pronta canonización con fe y amor con la confianza que ella nos cuida el corazón y la vida”, finalizaron las religiosas.

Breve biografía

Nació en la Córdoba de 1823. Una aldea con el sello de los jesuitas en donde el protagonismo y la educación era solo para varones.

Su familia tuvo gran protagonismo político, social y religioso. Su padre secretario de los gobernadores Bustos y Paz, su primo Santiago Derqui, presidente del país. Su esposo un destacado militar de la Confederación argentina. Ella y sus tres hermanas perdieron a los padres muy pequeñas y fueron criadas por sus tías

Catalina recibió la educación rudimentaria de la mujer de la época, leer y escribir las primeras letras y las destrezas culinarias para ser una ama de casa. A los 17 años hace sus primeros Ejercicios Espirituales y allí descubre su vocación de consagrar su vida a Dios. No puede realizarla porque en Argentina y sus alrededores solo había conventos de clausura.

Se dedica a promover y sostener la obra de los Ejercicios. A los 29 años se casa con el Coronel Zavalía, viudo con dos hijos. Su marido fue nombrado edecán del Presidente Derqui y se van a vivir a Paraná, en esta ciudad tienen una hija que se muere al nacer. Regresan a Córdoba y tiempo más tarde Catalina queda viuda, allí, a los 42 años renace su primera vocación y surge su Sueño Dorado: Formar una comunidad de Señoras al servicio de las mujeres más vulnerables para catequizarlas, enseñarles a trabajar y vivir con ellas, “como los jesuitas pero en femenino”.

Pasan 7 años de pruebas, contratiempos, oscuridades en donde Catalina mantiene su deseo en alto porque “esa idea estaba entrañada en mi alma y aunque quisiera no podía quitármela” y en esos intentos “encontraba consuelo en Dios de quien todo lo esperaba cuya confianza no me faltó jamás”. Finalmente su “corazón se halló satisfecho” el 29 de septiembre de 1872 en nacen las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. Primera Congregación de vida apostólica de la Argentina.

Por pedido del Santo Brochero y la decisión de Catalina en 1880, 16 hermanas cruzan las Sierras Grandes a caballo para atender la Casa de Ejercicios y el Colegio de Niñas fundados por el Cura. El Sueño Dorado de Catalina se transformó en un Vuelo sin Fronteras constituyendo una Gran Familia que Ama y Repara. Murió el 5 de abril de 1896 y fue declarada Venerable el 17 de diciembre de 1997 por San Juan Pablo II.

La obra misionera y educativa de la Beata Catalina de María se encuentra presente en Chile, Argentina, España y Benin en África. Catalina de María Rodríguez una mujer apasionada por el Corazón de Jesús y por la Humanidad.