Vaticano declara a San Leopoldo Mandic patrono de pacientes con cáncer
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha reconocido oficialmente al fraile capuchino San Leopoldo Mandic de Castelnuovo como patrono de los enfermos afectados por el cáncer en Italia.
La noticia fue revelada el 8 de febrero por el Obispo de Padua (Italia), Mons. Claudio Cipolla; el rector del Santuario de San Leopoldo Mandic, Fray Flaviano Gusella; representantes de la orden capuchina; y otras personalidades. Padua es la ciudad italiana donde se encuentra el Santuario de San Leopoldo, lugar en el que se conservan sus restos.
El decreto oficial de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos está fechado el 6 de enero de 2020 y lleva la firma del Secretario de la Congregación, Mons. Arthur Roche.
“San Leopoldo Mandic de Castelnuovo, presbítero de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, que pasó toda su vida en el ejercicio del ministerio de reconciliación y que, afectado por una enfermedad tumoral, llevó su peso grave y prolongado con fe serena, es venerado con especial devoción por los enfermos y sus familias. Por esta razón, aceptando los votos unánimes de los fieles, la Conferencia de Obispos italianos aprobó la elección de San Leopoldo como patrono de Dios para pacientes con cáncer en Italia”, indica el decreto.
La Diócesis de Padua indicó en un comunicado que este reconocimiento llega después de un proceso largo y complejo iniciado en 2016.
“La primera solicitud enviada a la Congregación por el Obispo de Padua, Mons. Claudio Cipolla, fue siguiendo la solicitud de los frailes capuchinos y un grupo de médicos paduanos. Desde el 23 de julio de 2016 hasta el 6 de enero de 2020, hubo varios pasos y una colección de firmas que aún continúa y que al 31 de enero de 2020 había alcanzado las 69.758”, añadió.
La diócesis también reafirma que este es un reconocimiento más de la santidad y el testimonio de la vida evangélica del fraile capuchino canonizado en 1983 por el Papa San Juan Pablo II, que lo catalogó “como modelo de confesores”, y cuyos restos el Papa Francisco quería en el Vaticano junto con los de San Pío de Pietrelcina para el Jubileo de la Misericordia (2016).
“Pero San Leopoldo, además de ser testigo de la reconciliación y un tenaz partidario del viaje ecuménico, experimentó en su propia carne la experiencia de la enfermedad oncológica, soportando su peso con serenidad y confianza: Fue, de hecho, un tumor del esófago que lo llevó a la muerte. Ya invocado por muchos fieles para la curación, la congregación ahora lo reconoce como el santo patrón de los pacientes con cáncer”, añade.
Este 11 de febrero a las 4:00 p.m. (hora de Italia) en la basílica de San Antonio de Padua, Mons. Cipolla, con motivo del Día Mundial de los Enfermos, recordará durante la Misa la proclamación de San Leopoldo como patrono de los pacientes con cáncer y estará la espera de su fiesta el próximo 12 de mayo.
Breve biografía
El fraile capuchino San Leopoldo Mandic nació el 12 de mayo de 1866 en Castelnuovo, en el Reino de Dalmacia (en el entonces imperio austrohúngaro).
Hizo su primera profesión de votos en 1885 y los votos perpetuos en 1888. Fue ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1890 en Venecia a los 24 años.
Su vida transcurrió entre las horas que pasó en el confesionario y la oración, especialmente frente a una estatua de la Virgen, y luego las largas horas que pasó junto a la cama de enfermos graves. Sabía lo que significaba sufrir, en espíritu y en cuerpo: Cayó enfermo con un tumor en el esófago que lo llevó a la muerte en 1942.
Cada año miles de peregrinos acuden a su santuario, en particular a su tumba y la vitrina en la que se expone su cuerpo, para pedir su intercesión.
San Leopoldo Manic también es conocido por su fama como taumaturgo, por las docenas de milagros que le han sido reconocidos tanto en la vida como después de su muerte.
Fue canonizado en 1983 por el Papa San Juan Pablo II, quien lo señaló como modelo de confesores.